LONDRES.- Preocupaciones de que la inteligencia artificial exterminará a la raza humana están siendo completamente sobrevoladas, de acuerdo al co-fundador de la compañía británica Deep Mind, que ha insistido que esta tecnología ayudará a combatir los más grandes problemas a los que se enfrenta la humanidad, incluyendo el acceso al agua potable, desigualdad económica y crisis financieras.
Mustafa Suleyman, quien estableció, junto a Demis Hassabis y Shane Legg, la compañía británica de aprendizaje de máquinas que fue comprada por Google en enero del 2014 por una suma de 400 millones de libras esterlinas, expuso una apasionante defensa de los éxitos de la compañía. Dijo a una conferencia de aprendizaje de máquinas que “la IA (Inteligencia Artificial) ha llegado,” y añadió que “esto no es solo una tecnología efímera para este verano, está aquí para quedarse.”
Prominentes figuras internacionales como Elon Musk, fundador de la compañía de energía renovable TESLA Electrics, Stephen Hawking, uno de los científicos más brillantes hoy vivos en el planeta, y Bill Gates, el multibillonario presidente de Microsoft, han advertido que la creación de inteligencia artificial posa una amenaza para la humanidad – una amenaza de la que también ha advertido Hollywood con películas como Ex Machina, The Terminator y Transcendence. No obstante, Suleyman insiste en que la inteligencia artificial es, y será siempre, una herramienta que los humanos pueden controlar y dirigir, en vez de una amenaza insurgente.
El mejor uso para la inteligencia artificial sería de ayudar a tomar decisiones sobre cómo combatir los grandes problemas que enfrenta el mundo, añadió Suleyman en su defensa.
Los sistemas de DeepMind usan redes neuronales y métodos de “aprendizaje profundo” que despliegan redes de transición de bajo nivel para producir efectos de alto nivel para que así puedan, por ejemplo, distinguir la cara de un gato de la cara de un ser humano – una tarea simple para un humano, pero extremadamente difícil para una máquina. Estos se han transformado en “inteligencia artificial general” (IAG) que pueden aprender a resolver problemas sin programación previa, y que ya se han usado para reemplazar 60 sistemas de Google hechos a mano. La aplicación de los sistemas IAG en softwares de reconocimiento de voz, actualmente utilizados en Smartphones y en Google Translate, llevó a la mejora más substancial de reconocimiento de voz en 20 años con un 30% de reducción en la taza de error de transcripción, señaló Suleyman. No obstante, tan sólo tomó menos de cinco días para entrenar el programa IAG a adaptarse a la tarea.
Hablando en una conferencia de inteligencia maquinaria el viernes en Londres, Suleyman dijo que estaba consternado por las actitudes negativas mostradas a la IA. “Es triste lo rápido que nos hemos adaptado a la realidad sin reconocer toda la magia y todo lo bueno que estos sistemas pueden traer. La narrativa ha dado un giro de 180 grados de decir “que terrible que la IA haya sido todo un desastre” a decir “que terrible que la IA haya sido todo un éxito”.”
Dijo que esta tecnología iba a ser “una herramienta inmensamente poderosa que podremos controlar y dirigir dentro de sus límites – como cualquier otra herramienta que alguna vez hayamos construido… la inteligencia artificial general es un tipo de fuerza intelectual – una forma barata y abundante de resolver nuestros problemas globales más complejos.”
Suleyman observó que: “Nosotros tenemos una sobrecarga de información globalmente, que parte de la arrolladora complejidad de los sistemas y de las estructuras – los sistemas del mundo son tan complejos e interrelacionados que es posible que el crac financiero de los Estados Unidos en el 2008 haya causado la revolución egipcia (que empezó cuando aumentó el precio de los panes en línea con el precio del trigo).
“Pero todo lo que hemos construido es producto de la inteligencia de la actividad humana. La IAG es simplemente una herramienta para amplificar masivamente nuestra habilidad de controlar el mundo.”
DeepMind, con sede al lado de la estación Kings Cross en Londres, ha desarrollado una “inteligencia artificial generalizada” que fue capaz de descifrar cómo ganar en casi 50 juegos de computadora Atari, sin tener ningún conocimiento previo de cómo jugar esos juegos. Con tan sólo algunas indicaciones del puntaje y de la cantidad de pixeles en la pantalla, y los botones del control – de nuevo, sin conocimiento alguno de su relevancia – el sistema fue capaz de jugar tan bien como un humano luego de unos cien juegos. En el juego Breakout, mejor conocido como Brick Breaker, el sistema jugó competentemente luego de 300 juegos – y luego descifró después de 200 juegos más, que la mejor estrategia era tumbar todos los ladrillos de los costados, y dejar que la pelota rebotara detrás de la pared: “eso nos sorprendió,” dijo Suleyman.
Los sistemas de la compañía están siendo usados en los sistemas de categorización de fotos de Google+, y aparentemente, también están siendo usados en el nuevo servicio de Google Photos, para categorizar y etiquetar fotos de acuerdo a su contenido. La compañía también está buscando expandir esa categorización para que cuando haya múltiples objetos reconocibles en una foto, pueda describirlos a todos en una sola oración coherente.
Pero Suleyman dijo que la idea de que una máquina con inteligencia artificial pueda empoderarse de voluntad propia y posar una amenaza a los humanos es “totalmente absurda.”
“Cualquier noción de una máquina súper inteligente tragándose todo el conocimiento del mundo y luego seguir su propio camino tomando sus propias decisiones es absurda. Hay ingenieros en este cuarto que saben lo difícil que es insertar cualquier cosa en estos sistemas,” dijo Suleyman al son del aplauso de la audiencia de especialistas de inteligencia maquinaria.
“Si tememos de que no vamos a ser capaces de controlarlas, entonces deberíamos simplemente aflojar el paso con el que las utilizamos y las implementamos, tal y como hicimos y hacemos con las bombas nucleares y con la ingeniería genética.”
Suleyman dijo que quiere hacer públicos los nombres de las personas que componen la directiva de ética de la compañía, que fue establecida por insistencia de él mismo y de Hassabis cuando Google compró la compañía. “Vamos a publicar los nombres, pero eso no es punto clave que definirá el destino de la humanidad. Es tan sólo uno de los muchos componentes de la estructura,” añadió.
Preguntado sobre que le da el derecho a Google de elegir los miembros de la directiva de éticas sin ningún tipo de supervisión pública, Suleyman respondió: “Eso fue exactamente lo que le dije a Larry (Larry Page, el jefe ejecutivo de Google). Trataremos de hacer estas decisiones más públicas.”
Él dijo que había sido una jugada audaz de parte de una compañía con tan solo 100 empleados el hecho de sugerir a un comprador mucho más grande como lo es Google, que debería de haber una directiva de ética en primer lugar. “Ser capaz de proponer esto es un primer paso para abrir las puertas de estos procesos importantes, y ayudar a darle dirección a todo esto,” dijo. La compañía actualmente está buscando gente nueva para su comisión de ética, y también para sus equipos de leyes y políticas públicas.
Fuente. Charles Arthur de The Guardian.
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